El terrorismo no ha muerto, solo se recicló en organizaciones de fachada como el desbaratado Movadef. Los policías que a inicios de los 90 organizaron con un paciente trabajo de inteligencia la desarticulación de dichas bandas de asesinos fueron El General Marco Miyashiro y el Coronel Benedicto Jiménez.
Ambos informaron en una radio local acerca de las capturas más importantes de la historia a aquellas personas que no vivieron tan nefasta época que cobro la vida de muchas personas y generó grandes pérdidas económicas al país.
En tanto, con descarnado realismo ambos efectivos del orden narraron lo que vivieron y los actos delictivos ejecutados por terroristas en el Perú.
Asimismo, los oyentes participaron contando sus experiencias y lo que pasamos hace menos de 25 años, historia reciente, historia viviente.
Sumado a ello una reportera se acercó a unos jóvenes para preguntarles: ¿Sabe quién es Abimael Guzmán, sabe quién es Víctor Polay? la respuesta fue desalentadora y contundente pues dos de ellos no sabían quiénes eran, empero uno tuvo una idea vaga de los personajes mencionados.
La desinformación permitió que los jóvenes que no vivieron la época del terror, desconozcan el daño que Sendero Luminoso y el MRTA hicieron a la sociedad peruana.
Algunas personas simpatizan con organizaciones como el Movadef y creen que los recluidos por terrorismo (asesinos natos) son “presos políticos”.
Para evitar adeptos al Movadef u organizaciones terroristas se debe explicar a las nuevas generaciones lo que sufrió la población con el terrorismo, ello es responsabilidad de los padres y aquellos que padecieron con ataques de Sendero Luminoso y el MRTA.
De otro lado, se sugirió que el terrorismo sea incluido en los libros de Historia del Perú con capítulos enteros y que no se trate superficialmente como ocurre actualmente.
Foto: Difusión.
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