martes, 15 de abril de 2014

¡Cuidado patinada!

Al Movadef hay que combatirlo con imaginación e inteligencia, pero dentro del marco de la ley antiterrorista. Hacer lo contrario desencadenaría un efecto boomerang, ya que los colocaría en el primer plano de la noticia y al final saldrán victoriosos desde el punto de vista político e ideológico, aduciendo que son víctimas de un Estado represor.
Con el nombre de Perseo 2014, la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) ejecutó un plan a nivel nacional que culminó con el arresto de 28 personas integrantes y vinculadas al Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), organismo de fachada de la facción de Sendero Luminoso (SL).
Conocida como “Solución política de los problemas derivados de la guerra” que dirige desde la prisión Abimael Guzmán y Elena Iparraguirre.
El ministro del Interior, Walter Albán, en tono triunfante ha salido a los medios anunciando estas capturas y asegurando que en los próximos días habrán más arrestos.
Los cargos que se le imputan a los detenidos -entre los que figuran Manuel Fajardo, Alfredo Crespo, Fernando Olórtegui, Oswaldo Esquivel y Carlos Gamero- es la pertenencia a una organización terrorista y financiamiento del narcotráfico.
El primero de los cargos está aparentemente probado a través de la incautación de documentos partidarios en los que se suscriben al llamado ‘pensamiento Gonzalo’ y la lucha política por la amnistía general.
Albán sostuvo que la investigación se valió de escuchas telefónicas, versiones de testigos y colaboradores eficaces, así como el registro de las celdas de los camaradas ‘Gonzalo’, ‘Artemio’, ‘Nancy’, ‘Miriam’, ‘Julián’ y ‘Remigio’.
El titular del Interior consideró que Perseo 2014 es un duro golpe al terrorismo y que Movadef es una instancia generada por Sendero Luminoso para hacer una labor en la sociedad civil.
Este hecho se puede analizar desde distintos ángulos para concluir si realmente ha sido una operación exitosa y si los arrestados terminarán sentenciados por una buena cantidad de años o, de lo contrario, en poco tiempo saldrán libres, fortalecidos y logrando una victoria desde el punto de vista político e ideológico.
Los que pulseamos cada cierto tiempo a SL como las venas de un brazo sabemos que Movadef desde el año de su creación solo se dedica a realizar actividades políticas, ideológicas y de apología.
Siguiendo a pie juntillas la estrategia elaborada por Abimael Guzmán en el 2000, conocida como los “Cinco puntos de la campaña solución política”.
Según las consignas establecidas en esos cinco puntos, el Movadef no lleva a cabo actos terroristas. Por eso, de acuerdo a nuestra legislación antiterrorista vigente, sería un error salirnos del marco conceptual de lo que significa ser un terrorista en el país y lo que significa un acto terrorista.
Porque nuevamente, a quienes pretendemos combatir, se irán a los tribunales internacionales de derechos humanos y pondrán alEstado peruano entre la espada y la pared.
La historia es buena maestra pero nosotros somos malos alumnos. No basta tildar a todo ciudadano como terrorista o decir que tal acto es un acto terrorista.
Debemos probar que los arrestados son terroristas y han cometido actos terroristas.
Hemos tenido en el pasado metidas de pata cuando se trató de “fabricar victorias” o tildar de terroristas a personas cuyas conductas no encuadran dentro de los elementos objetivos y subjetivos del Decreto Ley N° 25475 del 6 de mayo de 1992, que reprime el delito de terrorismo.
Lo que se observa es que el término “terrorista” se utiliza con ligereza y ambigüedad. La misma policía y algunos políticos tienen una idea vaga e imprecisa de lo que significa terrorismo, terrorista y grupo terrorista. Si eso pasa con ellos, con mayor razón ocurre con el común de los ciudadanos a pie.
Esta imprecisión es promovida en parte por algunos medios de comunicación cuyos esfuerzos por comunicar el mensaje en la cantidad más breve de tiempo ha llevado al etiquetado promiscuo de un rango de actos violentos como “terrorismo”.
El Tribunal Constitucional (TC) ha precisado los alcances del término terrorismo, debido a que cualquier conducta no puede ser tildada de terrorismo ya que eso sería vulnerar el principio de legalidad penal consagrado en el literal “d” del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución Política del Perú.
Según el cual “nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible”.
Actualmente, el tipo penal de terrorismo está comprendido en el artículo 2 del Decreto Ley N.º 25475 que define el terrorismo como “el acto de provocar, crear o mantener un estado de zozobra, alarma o temor en la población o en un sector de ella.

Realizar actos contra la vida, el cuerpo, la salud, la libertad y seguridad personales o contra el patrimonio, contra la seguridad de los edificios públicos, vías o medios de comunicación o de transporte de cualquier índole, torres de energía o transmisión.
Instalaciones motrices o cualquier otro bien o servicio, empleando armamentos, materias o artefactos explosivos o cualquier otro medio capaz de causar estragos o grave perturbación de la tranquilidad pública o afectar las relaciones internacionales o la seguridad de la sociedad y del Estado”.
En ese sentido, el TC juzga que una interpretación que extienda la prohibición al uso de cualquier medio, sin consideración a su equivalencia racional con “armamentos, materias o artefactos explosivos” y su potencial referido solo a los casos de grave dañosidad” vulneraría el principio de lex stricta.
Ojo con las figuras que pretendieron crearse en el Congreso como el delito de conspiración subversiva y captación o reclutamiento para fines de entrenamiento o capacitación.
Después de revisar el ideario y las actuaciones de Movadef y lo que significa terrorismo y cuáles son los elementos indispensables para configurar una conducta como terrorista dentro de un Estado de Derecho.
Tengo la impresión de que el plan Perseo 2014 puede ser una metida de pata como la operación que culminó con la detención de siete estudiantes universitarios cuando cursaban la frontera peruana desde el Ecuador por Aguas Verdes y luego fueron mostrados ante la prensa como presuntos “terroristas” por sus supuestos contactos o vinculaciones con el MRTA y las FARCLa captura y presentación de esos estudiantes fue la punta del iceberg de una larga cadena de errores que cometieron las autoridades de ese entonces, al calificar una conducta humana como terrorismo, desconociendo los aspectos teóricos y legales del término y las precisiones que ha hecho el TC en la sentencia recaída en el proceso de inconstitucionalidad contra el Decreto Ley N° 25475 y otros (expediente N° 010 – 2002 – AI / TC).
Todos los que hemos sufrido la barbarie terrorista queremos combatirla y proscribirla, pero existen otras maneras más inteligentes y un error garrafal solo sirve como leña para que grupos prosenderistas como el Movadef digan después que el Estado peruano es violador de los derechos humanos.
Al Movadef hay que combatirlo con imaginación e inteligencia, pero dentro del marco de la ley antiterrorista. Hacer lo contrario sería un boomerang, ya que los colocaría en el primer plano de la noticia y al final saldrán victoriosos desde el punto de vista político e ideológico, aduciendo que son víctimas de un Estado represor.
Foto: Difusión.

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